HIPERACTIVIDAD
VS DEPRESION
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Cambios en el estado de ánimo.
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Irritabilidad, se enfada fácilmente.
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Hipersensibilidad, llora fácilmente.
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Negativismo, resulta difícil de complacer.
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Sentimientos de inutilidad.
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Deseos de huir, de escapar de casa.
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Conducta agresiva.
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Alteraciones del sueño.
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Bajo rendimiento escolar.
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Quejas somáticas
…
¿De qué dirían que se tratan
estos síntomas? Seguramente, lo primero que se les viene a la cabeza es la
imagen de aquellos niños descuidados, pesados, gritones, inquietos y desobedientes.
Todo el mundo conoce a uno o varios. Un niño con TDAH, enfermedad tan extendida
y diagnosticada últimamente, tan “de moda “, en resumen.
En realidad he sacado estos
síntomas de los criterios diagnósticos (entre varios otros) de la depresión
infantil que, al contrario del TDAH está infra diagnosticada en la actualidad.
Es estadísticamente imposible que
el TDAH esté tan extendido actualmente. En todas las clases nos encontramos, no solo con uno, sino con varios
niños diagnosticados de hiperactivos. Los padres ya pueden respirar tranquilos,
no son ellos culpables, no tienen niños mal educados. Tienen niños enfermos y
les ponen la etiqueta y vuelven a los
colegios con su etiqueta, pero solo con ésta ya que no se les ofrece un
tratamiento adecuado. Siguen teniendo que pasar 7 u 8 horas sentados, quietos,
atendiendo y concentrados. ¿Alguien llega a comprender lo que significa esto
para un niño realmente hiperactivo? Imaginen por un momento que les meten en una
habitación cerrada con un hombre orquesta haciendo ruido y un león gigante
paseándose a su lado y entonces les ponen un cuaderno delante y les dicen que
estén calmados y atentos, que ordenen ideas y que estudien concentrados,
¿podrían?
Como ya he mencionado
anteriormente, el TDAH está sobre diagnosticado. Lo diagnostican psicólogos,
pediatras, profesores e incluso alguna señora en el supermercado se puede
atrever a hacerle un diagnóstico de su hijo en un minuto. En realidad el TDAH
lo puede diagnosticar UNICAMENTE un neurólogo haciendo las pruebas pertinentes dentro de las cuales se encuentran AULA, el más novedoso test objetivo basado en la realidad virtual.
Por otra parte,los test que se utilizan actualmente para el diagnóstico del TDAH, como el de Conners, que consta de una hoja para rellenar por los profesores y otra para rellenar por los padres con preguntas sobre la actividad del niño en su entorno, me parece de muy escasa utilidad ya que se trata de una prueba totalmente subjetiva y sujeta a la percepción de los profesores y los padres, sin duda las figuras menos objetivas que nos podemos encontrar, además de tratarse de personas no entrenadas para la observación sistemática.
Los psicólogos podremos dar un apoyo educativo, orientativo, al niño y a la
familia, pautas que les ayuden a contener la impulsividad de sus hijos, ayudar
a calmar la ansiedad y el sufrimiento del propio niño. Pero ciertamente no es
un trastorno psicológico sino neurológico y
van a necesitar medicación, solo
si es realmente un afectado por el TDAH.
En el otro polo nos encontramos
con el infra diagnóstico de la depresión infantil. El otro día le comenté a mi
madre que en clase habíamos estado hablando de la depresión infantil y me
contestó:” ¡Que bobada! ¿Cómo va a tener un niño depresión?”Y estoy convencida
que mi madre no es la única que piensa así.
La palabra depresión la asociamos
con tristeza, letargo, incapacidad de disfrute…y esos síntomas son ciertos, pero mucho más visibles en
personas adultas. La tristeza adulta se traduce en un niño que dice estar
“aburrido”, la anhedonia adulta en un
niño con falta de interés por hacer nada y la indefensión del adulto, de quien
ha tenido el control y lo pierde, se traduce en las desesperanza del niño,
quien nunca ha tenido el control.
Pero ¿cómo es posible que se
depriman nuestros niños si lo tienen todo? Eso debería darnos que
pensar..Tienen comida de todos los colores y sabores, más juguetes de los que
pueden utilizar, videojuegos, televisión e internet, móviles, con sus sms y
whatsapp. Están totalmente sobre estimulados, todo es inmediato, la información
vuela y lo que es peor, son más hábiles que los propios padres en muchas facetas como el manejo de las nuevas tecnologías. Los padres han dejado de ser los
referentes para pasar a serlo internet con el peligro que eso conlleva. La
información que ellos consideran válida no la buscan en nosotros sino en google
y les vale “cualquier” información. A eso se junta que los padres tenemos cada
vez menos tiempo que dedicar a la crianza porque hoy en día dos no ganan lo que
antes ganaba uno solo. Todo esto deja una gran cantidad de niños sobre
estimulados, que se crían solos, que tienen tolerancia cero a la frustración y
que en definitiva, están deprimidos.
Con todo esto no quiero decir que
esté en contra de la tecnología ni mucho menos, sino en la forma que esta está
siendo utilizada, sin freno, sin control, sin supervisión adulta. Asimismo,
tampoco estoy en contra de los diagnósticos, cuando estos están bien realizados
y enfocados en ayudar al menor y en dar un tratamiento adecuado. Por ello
lanzo esta reflexión ¿No serán muchos de nuestros niños hiperactivos, deprimidos
enmascarados?
A ver si me deja Isa...
ResponderEliminarla mujer del super lo mejor como madre de un hijo bastante movido doy fe no se cuantas beses abre oído el diagnostico sin darse cuenta del daño que hacen ya que el niño es movido o hiperactivo no sordo y también de profesionales ya que como bien dices es un neurólogo el que lo diagnostica.
ResponderEliminarNo sabía que existía este modelo de realidad virtual para complementar el diagnóstico. Es totalmente cierto que el TDAH está sobre diagnosticado, más aún en Estados Unidos. Al ser un trastorno con una medicación realmente eficaz, aunque no deja de tener efectos indeseados, los padres, al ver que su hijo empieza a mejorar en sus calificaciones y se centra más, lo dan por bueno. Pero lo cierto es que está medicación, normalmente metilfenidato, también mejora la concentración en personas que por otro motivo, tienen problemas de concentración, incluidos, efectivamente, aquellos que pueden sufrir depresión.Respecto del método de la realidad virtual, sí que veo un inconveniente, pero es una conjetura: El niño, al ser estimulado, por ejemplo, con un video juego que le gusta, aumenta sus niveles de dopamina de forma natural. De hecho, un niño con TDAH puede concentrarse durante periodos inusualmente prolongados con un video juego que le guste. Y sí este niño percibe este test como un juego, el propio método podría alterar los resultados. La verdad, yo mismo , aún habiendo sido diagnosticado con TDAH ya de adulto, con medicación que ha dado buenos resultados, tendría recelos a la hora de usar estimulantes si se tratase de mi hijo. Es una decisión muy difícil y entiendo a los padres que se resisten. Pero también en muy frustrante para el niño ser absolutamente incapaz de atender. Afecta a su autoestima, evidentemente. A veces es difícil saber si se dan los dos casos, uno como consecuencia de otro: el niño con TDAH, frustrado y con baja autoestima, que llega a deprimirse. Afortunadamente, a mi esto no me ocurrió en esa etapa, por la razón que sea. Quizás fue porque recibí afecto en el entorno familiar, y también el de los compañeros. No era un ambiente excesivamente competitivo, por suerte para mi. No era Corea del Sur! Aunque lo cierto es que sí recuerdo que ir a clase carecía de sentido, y no entendía como otros estaban allí tomando apuntes tan tranquilos.
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