martes, 10 de abril de 2012

Trastornos de la conducta alimentaria, la punta del iceberg


Cuando hablamos de enfermedades como  anorexia y bulimia nerviosa, vigorexia o trastorno de la ingesta compulsiva (no clasificado en el DSM VI-R) nos referimos muchas veces a enfermedades en sí mismas sin tener en cuenta  que los trastornos de la conducta alimentaria van asociados, en su mayor parte, a  patologías más severas. Es decir, estos trastornos son SÍNTOMAS  de algo mucho más arraigado y enraizado en la personalidad de las personas que las padecen.
En las sociedades en las que contamos con mayor cantidad de alimentos es curiosamente donde proliferan más los trastornos de conducta alimentaria. Datos estadísticos:
-          En países industrializados tienen una incidencia del 3,5% en grupos de alto riesgo (mujeres de entre 15 y 35 años)
-          Más del 50% de todas las edades han seguido dieta en algún momento de sus vidas.
-          Más del 27% de mujeres afirman tener la necesidad imperiosa de tomar dulces.
-          Un 19% de ataques de bulimia.
-          Un 17% de comer empujadas por el estrés.

Leche con amor:
F. Kröger asegura que los hábitos alimentarios son un reflejo de las necesidades afectivas y de la salud mental de la persona. La ingesta no es solo un proceso fisiológico con el que el cuerpo se alimenta. Se trata también de una alimentación emocional la que entra en juego en cada una de  las comidas que realizamos. El sentimiento de acogimiento está íntimamente ligado a la ingestión de alimentos. Ese sentimiento de ser querido y cuidado ligado a la ingesta se queda grabado y no se pierde jamás.
El otro día en clase de Análisis Transaccional,  la profesora Amaia Mauriz comentó que ella siempre pregunta a sus pacientes por sus rituales de antes de acostarse y sus rituales de comidas porque le parecen muy importantes para hacerse una idea del estado general de la persona. Esto me hizo pensar en los niños que realizan sus comidas en soledad, los desayunos por ejemplo. Un niño o niña de 7 u 8 años tiene la suficiente capacidad cognitiva y  motriz para prepararse el desayuno, sin embargo, los  niños no tienen límites si no se los ponen. Así un niño que desayuna, come o cena solo, se puede comer esa soledad con un paquete y medio de galletas, o no comer absolutamente nada o comer siempre lo mismo. No me refiero al aspecto únicamente nutricional. Con el tiempo ese niño o niña puede ser incapaz de recibir alimento (anorexia), incapaces de recibir amor, de quererse, o bien incapaces de retener cualquier afecto, de retener el alimento (vómitos),lo buscan de una forma compulsiva y desesperada pero inmediatamente lo expulsan fuera de sí porque no se creen merecedores de ello.



Los trastornos de la conducta alimentaria no son solo un problema de tallas. Si bien es cierto que los cánones de belleza actuales, la presión social, el abuso de Photoshop, la publicidad etc  …no ayudan a erradicar el problema.
Todos los colegios e institutos deberían contar con programas de prevención que hablen sobre:
-          Nutrición: Mitos, fases de crecimiento…
-          Cánones de belleza: De la antigüedad a la actualidad.
-          Publicidad: La irrealidad de las campañas.
Pero una vez más quiero recalcar la importancia que debe darse a los hábitos alimenticios dentro de las casas, en el seno de cada familia. No quiero culpabilizar con este artículo a las familias de las personas afectadas ya que de hecho se ha comprobado que muchas personas que padecen estos trastornos provienen de familias perfectamente ajustadas, pero por una razón o por otra su mente ha decidido tomar ese derrotero al enfrentarse con el estrés, quizás preservándoles de sufrir  algo peor, a modo de advertencia.
Aconsejo la visualización de este corto : A Contracuerpo, de Eduardo Chapero- Jackson que expresa muy bien el sentimiento de profunda soledad  y la angustia que padecen las personas con este tipo de trastornos.



2 comentarios:

  1. En relación a esto "la profesora Amaia Mauriz comentó que ella siempre pregunta a sus pacientes por sus rituales de antes de acostarse y sus rituales de comidas porque le parecen muy importantes para hacerse una idea del estado general de la persona" , creo que es una pregunta muy apropiada.

    Y no sólo por el "ritual", si es que interpreto bien la palabra (los hábitos individuales o generales en la familia a la hora de cenar, como cenar juntos o cada uno cuando le apetece, etc...y también después, ver la tele, internet...lo que sea), sino por la propia alimentación, la cantidad y la calidad. Si un niño de 5 años, por poner una edad, aunque cene en familia, cena tarde, en plan a las 10:30 11:00 y encima toma muchas grasas saturadas o comidas procesadas, fritangas, etc, es casi un milagro que luego se meta en la cama un hora después y duerma bien.

    Pero también cenar comida nutritiva, pero en cantidad excesiva es mal asunto, ¿Cuantos nutrientes se necesitan durante el sueño?

    Al día siguiente, es fácil que prefiera la bollería industrial, con todas esas calorías vacías, y sin nutrientes, porque, lo cierto es que esto se come casi sin tener hambre, esa es su perniciosa cualidad. Así que todo al revés. Nutrientes para dormir y calorías vacías para ir a clase.

    Si se cena pronto, poco, y algo muy digestivo. Y puede un yoghurt más tarde por si se ha quedado corto, o ha pasado tiempo. Se levantará con hambre para todo. Pero lo fácil es ponerse la leche y los bollos y a correr. El niño aparentemente feliz, porque le gustan los chucherías, y todos contentos. Desgraciadamente, nacemos con un instinto para buscar el placer inmediato, y es es cosa solo de niños.

    Un amigo me decía que los aspirantes a padres tendrían que pasar un examen con excelente y rigurosa metodología para que se les permita serlo, y empiezo a creer que no es una idea loca (un suicidio políticamente para quien se atreva a sugerirlo).

    Pero, al fin y al cabo, a los padres adoptivos se les exige bastante más que una buena posición económica. Entonces, ¿qué diferencia hay? ¿qué es tú hijo? El hijo no "pertenece" a sus padres, ni por simple biología ni por ninguna otra razón. Es un tópico, pero él no ha elegido. En cualquier relación de amor, nadie pertenece a nadie. Un concepto tan ampliamente admitido como ignorado. Te deben la vida, claro, entonces supongo que también te deben cualquier trastorno endogámico que puedan tener. Pues no, ni una cosa ni la otra...lo único que se deben en igualdad de condiciones es amor, por "noño" que suene.

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  2. Totalmente de acuerdo contigo. El buen hábito alimenticio debe forjarse desde pequeños desde el punto de vista nutricional pero sigo insistiendo en que el acompañamiento, la preparación con cariño de la comida, el interés mostrado por tus hijos es el verdadero alimento que se va a quedar con ellos y les va a ayudar en su vida.
    Un saludo

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