Releyendo el libro de "Cómo educar con firmeza y cariño" de Jane Nelsen,ahora que mi hijo se esta haciendo mayor y puedo aprovechar mejor los consejos y pautas de actuación basadas en la disciplina positiva, me ha llamado mucho la atención un apartado titulado : MOTIVACIÓN FRENTE A ELOGIOS.
Nos han hablado en numerosas ocasiones sobre las virtudes de elogiar las conductas que consideramos apropiadas de nuestros hijos. En la tele, vemos como Supernanny muy contenta exclama "Que bien lo hace fulanito!" o "que bien se porta menganito", a lo que los niños responden con una mirada sonriente y orgullosa. El problema de esta forma de actuar, reside básicamente en que podemos hacer a estos niños dependientes de la aprobación externa y con el tiempo pueden convertirse en adultos que dependan exclusivamente de las opiniones ajenas a la hora de actuar o de tomar decisiones. Regalamos aprobación tras aprobación, pensando que así les "damos" autoestima, como si la autoestima fuese algo que se pudiese regalar, envuelta en un bonito papel con una gran lazada. Por el contrario, la autoestima no se da ni se recibe, sino que es algo que se va trabajando a medida que se van superando problemas, aprendiendo de los errores y se hacen progresos en la autonomía. En este proceso, la labor de los adultos es la de proporcionar oportunidades a los niños para que puedan ir desarrollando habilidades nuevas, teniendo en cuenta siempre su punto de vista y respetando sus ritmos. Una buena forma que propone Jane Nelsen para ir sustituyendo los elogios por la motivación es la de hacerse las siguientes preguntas:
- ¿Le estoy induciendo a evaluarse a si mismo o a depender de la evaluación de los demás?
Este punto lo veo muy claro en las típicas advertencias que en ocasiones hacemos a los chicos diciendo:"Siéntate bien que sino viene el señor y nos echa la bronca"
- ¿Estoy actuando con respeto o con condescendencia?
Estaríamos siendo condescendientes si por ejemplo, ante una habilidad que tenga totalmente controlada le siguiésemos diciendo "mira que bien lo hace!"
- ¿ Estoy viendo su punto de vista o solamente el mio?
Igual para un niño tener recogida su habitación significa poder andar por ella sin tropezar con nada, y para nosotros significa tener todo perfectamente colocado en sus sitio.
- ¿Le haría este comentario a un amigo?
Normalmente los comentarios que le haríamos a amigos nuestros suelen cumplir más los criterios de motivación que de elogio, así que esta ultima pregunta suele resultar muy útil.
En cuanto a las diferencias que existen entre elogiar y motivar, el libro ofrece un cuadro explicativo que me parece sumamente útil y me ha hecho darme cuenta de la cantidad de veces que meto la pata, creyendo estar haciéndolo perfectamente. Intentaré representarlo aquí de la siguiente manera:
· Mientras que el elogio VA DIRIGIDO a la persona ("buen chico"), la motivación va dirigida al hecho ("muy bien!")
· Mientras que el elogio RECONOCE el producto ("Bien hecho") , la motivación reconoce el esfuerzo (¿Cómo te sientes con lo que has hecho?)
· Mientras que el elogio muestra una ACTITUD condescendiente o bien manipuladora ( Que bien se sienta Laura queitita"), la motivación muestra una actitud respetuosa ("¿Quien me enseña cómo estar bien sentados?")
· Mientras el el elogio SE USA MÁS A MENUDO CON niños, ("que niña tan buena eres"), la motivación suele ser dirigida a adultos ("Gracias por ayudar")
· Mientras que el elogio ATRIBUYE a otro el logro ("estoy orgulloso de ti por sacar un sobresaliente"), la motivación atribuye el esfuerzo a quien lo ha hecho ("ese sobresaliente refleja lo mucho que has estudiado")
· Mientras que el elogio IMPULSA A LOS NIÑOS A CAMBIAR por los demás, la motivación les impulsa a cambiar por si mismos.
· Mientras que el elogio tiene LOCUS DE CONTROL externo ("¿Que piensan los demás?"), la motivación tiene locus de control interno ("¿Que pienso yo?")
· Mientras que el elogio ENSEÑA qué pensar, la motivación enseña cómo pensar.
· Mientras que el OBJETIVO del elogio es la conformidad "lo has hecho bien", el de la motivación es la comprensión "¿Que piensas/ aprendes/ sientes?"
· Mientras que EL EFECTO EN LA AUTOESTIMA del elogio es sentir que valemos cuando otros nos valoran, el de la motivación es sentir que valemos sin la aprobación ajena.
· Mientras que el EFECTO A LARGO PLAZO es la dependencia de los demás, el de la motivación es el de la confianza en uno mismo.
Con todo lo dicho, pienso que, como en casi todo en relación con los niños, lo mejor es fijar los objetivos a largo plazo y ayudarnos de estos sabios consejos que la disciplina positiva nos brinda. ¿Interesante? Mucho!, ¿Difícil? También. Así que....a ponernos las pilas!