sábado, 23 de junio de 2012

Moldes Mentales

Podemos definir los moldes mentales, como la manera personal que tenemos de mirar el mundo. Esta teoría aparece dentro del paradigma, cognitivo- emocional o emocional- constructivista como una nueva perspectiva del la inteligencia emocional o mejor, como eficiencia emocional, siendo su autor Pedro Hernandez, catedrático de psicología evolutiva y de la educación de la universidad de La Laguna.
Los moldes son estrategias de pensamiento que explican nuestro bienestar subjetivo y nuestra adaptación a las situaciones nuevas en mayor medida que el cociente intelectual (CI), así personas muy inteligentes con unos moldes mentales poco adecuados, probablemente conseguirán menos logros que personas menos inteligentes que emplean de mejor manera sus emociones. De esta manera, al autor apunta un plan operativo para trabajar sobre los pensamientos que afectan a las emociones, sabiendo que éstos están modulados por los moldes mentales predominantes y los núcleos implicativos sensibles (NIS).
La pesrspectiva de la Inteligencia Emocional (IE) tal como esta formulada actualmente es muy generalista. Hace hincapié en la necesidad de conocer nuestras emociones y las de los demás y controlarlas teniendo en cuenta nuestras metas, pero ¿ Cómo conocer nuestras emociones sin conocer las piezas o las estrategias que las determinan? Los moldes mentales son pues, estas piezas. Estrategias construidas por la interacción de nuestros genes y el ambiente al que estamos expuestos. Poniendo un ejemplo que suele pasar a menudo: un niño que empieza a explorar su ambiente y se encuentra con la primera dificultad y su madre sin mediar palabra le aparta la dificultad, o le dice ten cuidado, no puedes hacerlo, eres incapaz. Suponiendo que a lo largo del tiempo va teniendo más experiencias como estas con los mismos resultados, el niño crecerá pensando que NO ES CAPAZ, y extrapolará este "No soy capaz" a todos los ámbitos de su vida.
Enlazo a continuación una síntesis de los moldes mentales que podemos tener y que encontramos en la página www.moldesmentales.com:



ENCUADRES FOCALES
(Factores de tercer orden)
E1
ENCUADRE IMPLICATIVO-VITAL
Disposición directa-implicativa vs. Reflexiva-distante
E2
ENCUADRE DE AJUSTE
Realismo productivo vs. Hipersubjetivismo interferente
E3
ENCUADRE OPTIMIZADOR
Disposición constructiva-autovalorativa vs. Inerte-autolimitada
DIMENSIONES FOCALES
(Factores de segundo orden)
D1
Distanciamiento vital
Es la perspectiva mental de centrarse y valorar los aspectos positivos de la realidad,  en lo que se tiene, en lo que se ha conseguido, en las ventajas y en lo que es realista y posible, a diferencia de centrarse en lo negativo, en los inconvenientes, en pegas y minucias, en lo que falta, en lo que no se tiene, a pesar de que existan muchas cosa positivas.
D2
Distorsión de la realidad
 Es la perspectiva mental de afrontar los problemas y las dificultades, así como las emociones que suscita la realidad. Lo contrario sería desviar la atención, olvidar o provocar fantasías opuestas ante los problemas, así como, desconectar sus sentimientos.
D3
Desconexión de la realidad
Es la perspectiva mental con la que se tiende a encajar y tolerar los fracasos y frustraciones, procurando no desplazar o desviar la insatisfacción hacia otros aspectos o realidades y esforzándose en encontrar alternativas de solución.
D4
Incompatibilidad cognitiva
Es la perspectiva mental que tiende a afrontar las tareas y  solucionar los problemas de manera eficaz, no dispersándose, ni haciendo planteamientos irreales, ni cargándose de argumentos evitativos, sino planificando, siendo preciso, controlando el tiempo y los pasos a dar, así como, corrigiendo los posibles errores y consolidando los avances.
D5
Inoperancia
Es la perspectiva mental por la que se evita atribuir los éxitos y fracasos a realidades externas respecto a la propia responsabilidad, tal como los otros, la magia, los enemigos o el propio temperamento.
D6
Atribución Externa
Es la perspectiva mental por la que se tiende a atribuir los éxitos y fracasos a la propia responsabilidad, especialmente, considerando las estrategias o procedimientos, el trabajo y el esfuerzo empleado y, en definitiva, remarcando el papel decisivo que tiene uno mismo en la consecución y resultados del propio quehacer.
D7
Optimización Autocrítica
Es la perspectiva mental a través de la que se prepara y se autogestiona, respecto a sí mismo, los distintos componentes psicológicos que puedan potenciar buenos resultados y evitar interferencias. En concreto, se autofomenta la fuerza de voluntad, se prevé las condiciones y el escenario de actuación, se autoadministra ánimos y refuerzos, se preparan y encauzan las emociones, al tiempo que se enfoca la acción de una manera optimista y constructiva.
D8
Optimización Preparatoria
Es la perspectiva mental por la que se potencia el propio poder personal, tanto anticipando posibles éxitos, como atribuyendo los éxitos a la propia responsabilidad, como a la capacidad de automotivarse y de transformar sus propios pensamientos y sentimientos de forma constructiva y fructífera, frente a una disposición indiferente, desmotivada o autolimitadora.
D9
Optimización Auto-potenciadora
Es la perspectiva mental por la que se tiende a implicarse y a  pasar a la acción sin exagerar la función reflexiva, que puede llegar a ser inoperante e interferente.
MOLDES
(Factores de primer orden)
M1

Autoconvicción volitiva

Es el molde o estrategia consistente en poner en marcha la llamada “fuerza de voluntad”,   dándose a sí mismo argumentos, razones y  ánimos para implicarse en las situaciones, esforzándose o mostrar firme decisión, a pesar  de la inapetencia o dificultades que uno  prevé.
M2

Autoconvicción inhibitoria

Es el molde consistente en exagerar la inapetencia y el distanciamiento con la realidad, dándose a sí mismo argumentos y razones para inhibirse y no actuar, viéndose incapaz, desmoralizándose, devaluando sus capacidades, agrisando los posibles resultados o  planteando hipotéticas e irreales condiciones.
M3

Automotivación proactiva

Es el molde o estrategia administradora de autorrefuerzos, consistente en  darse a  sí mismo ánimos, antes o durante los procesos en que está implicado, pensando en los logros futuros, en las ventajas, en los distintos aspectos positivos con los que se va a encontrar o en la posibilidad de ir disminuyendo las dificultades; en definitiva, administrándose autorrecompensas anticipadas.
M4

Anticipación de esfuerzo y costo

 Es el molde consistente en “cargarse negativamente” en función del costo personal, imaginando los esfuerzos, los sacrificios, las dificultades, la monotonía, el tiempo y el camino por recorrer el cometido propuesto, surgiéndole dudas, vacilaciones, desánimo...
M5

Disociación emocional

 Es el molde o estrategia consistente en desvitalizarse, en desconectar los sentimientos, en no implicarse, en ver las cosas de manera fría y distante sin apasionamiento, aunque no se goce, evitando sufrir... Para ello, se resta interés y se agrisa el posible resultado.
M6

Autovaloración

Es el molde o estrategia consistente en cargarse de fe en sí mismo, en las propias capacidades, en sus posibilidades de éxito ante cualquier situación, incluso comparándose con los demás, así como sintiéndose capaz de rentabilizar los problemas e inconvenientes con que se encuentre.
M7

Anticipación constructiva previsora

Se reflexiona y se analizan cautelosamente las  condiciones, las ventajas e inconvenientes de cada situación, pero con el talante deportivo de enfrentarse a ella y de encontrar soluciones de manera confiada y operativa.
M8

Transformación rentabilizadora

 Es el molde o estrategia de rentabilización vital, traducido por “bien, a pesar de lo malo”, con la que las personas  transforman los posibles problemas, desgracias desengaños, reveses, infortunios, fracasos o fallos en un valor, encontrándole un posible sentido, con una especial tendencia a focalizarse tanto en lo positivo existente como en lo positivo posible.
M9

Control emocional anticipatorio 

Es el molde o estrategia de previsión aplicado a las emociones y a su modo de encauzarlas adecuadamente, para lo cual, imagina sus posibles reacciones emocionales, humor o estado de ánimo ante determinadas situaciones y cómo darle una salida positiva, basándose en su autoconfianza y optimismo.
M10

Anticipación hipervalorativa del éxito

Es el molde o estrategia consistente en autoestimularse para actuar, basándose en el éxito y magnificación de los resultados posibles, imaginando, para ello, el  triunfo, exagerando sus ventajas y consecuencia.
M11

Inflación-decepción

Es el molde o estrategia consistente en balancearse entre la ilusión y el desengaño. Se sobredimensiona la meta, proyecto o lo que se pretende obtener, más bien como planteamiento desmedido, ingenuo, no realista,  mágico, fantasioso, egocéntrico, que espera que llegue de forma casi supersticiosa, sin sacrificio o esfuerzo, de modo  inoperante. Por lo que, posteriormente, se vive la decepción y el desencanto
M12

Anticipación devaluativa

 Es el molde o estrategia consistente en devaluar o agrisar lo que se quiere obtener, procurando no mantener esperanzas,  ni entusiasmos que posteriormente pueda dar lugar a desencanto,  por lo que también se usa,  como un escudo protector de futuro dolor,  el imaginar las consecuencias perjudiciales o negativas que pueden llegar.
M13

Anticipación aversiva e hipercrítica

Es el molde o estrategia consistente en anticipar e imaginar peligros, problemas, fracasos... Se exagera lo que le pueda ocurrir. Se tiende a ver el lado negativo, los fallos, lo que puede ser perjudicial aunque las situaciones puedan ser positivas y atractivas. Todo ello puede asociarse con una actitud hiperanalítica, hipercrítica, suspicaz...
M14

Predisposición hostiligénica

Es el molde consistente en anticipar dificultades, problemas o conflictos relacionados con las personas, especialmente, con la idea de que ellas actúan con mala intención atribuyéndoles los males que le ocurren y descubriendo engaño y falsedad en sus actuaciones y en la realidad general.
M15

Precisión y supervisión

Es el molde o estrategia relacionado con un aspecto de los metacomponentes de la inteligencia de Sternberg consistente en garantizar eficacia, siendo preciso, supervisando y consolidando lo que se lleva a cabo, sin dejar nada “en el aire”, dando muestras de firmeza y persistencia. Lo contrario es  dar las cosas por supuestas o dominadas,  no calcular el tiempo, dudar, vacilar, empezar con algo y dejar lo que se ha empezado...
M16

Afrontamiento borroso

Es el molde o estrategia consistente en hacer planteamientos difusos, no realistas o poco operativos con lo que se pretende conseguir. De esa forma, se pospone lo que se tiene que hacer, se calcula ingenuamente el tiempo disponible, se amontonan los trabajos y obligaciones, se le asaltan múltiples ideas, proyectos y dudas, se empieza con entusiasmo y pronto se abandona, incrementándose así  el desorden y la decepción interior.
M17

Hipercontrol anticipatorio

Es el molde o estrategia consistente en pretender controlar las situaciones y estar seguro en ellas, exagerando previamente, incluso con mucha antelación, la función reflexiva, sin planteamientos operativos, expresando inquietud, preocupación, preguntas, dudas y reiteración de imágenes e ideas, predominando más la dimensión “reflexiva-dubitativa-alarmante” que la dimensión “decisoria-directa--serena”.
M18

Implicación directa

Es el molde o estrategia consistente en reducir la reflexión o el análisis, actuando directamente, decidiéndose, implicándose, con los brazos abiertos ante la realidad y al primer impulso, aunque también con el riesgo de las consecuencias de toda impulsividad.
M19

Encaje y encauce emocional

Es el molde o estrategia consistente en acoger las emociones desagradables de toda frustración, no descargando el malestar en otras personas o  situaciones, ni desconectando, ni huyendo, ni encerrándose en sí mismo, sino más bien, buscando posibles salidas que puedan  resultar útiles y encaucen las emociones producidas.
M20

Oblicuidad cognitiva

Es el molde o estrategia consistente en desviar al atención de la conciencia, en olvidar o provocar reacciones o fantasías opuestas, al encontrarse ante los propios fallos o ante algo que le afecta negativamente.
M21

Imantación por lo imposible

Es el molde o estrategia consistente en no renunciar y quedar apegado a  deseos inviables, imposibles, nocivos o generadores de problemas y conflictos, para ello, se mantienen hipótesis engañosas de posibilidad, que, aunque se esté en lo cierto que las probabilidades son casi nulas, se abren como una pequeña rendija de esperanza, por lo que queda asociado con anticipaciones hipervalorativas y mágicas, con reiteraciones de hipercontrol y con el consecuente desencanto.
M22

Evaluación selectiva negativa

Es el molde o estrategia consistente, al evaluar lo que ocurre o lo alcanzado, en focalizar  la atención, justo, en lo negativo, en los inconvenientes, en las pegas, con la expresión simbólica de“si, pero”, encontrado siempre reparos y minucias, a pesar de que existan muchas cosas valiosas o positivas.
M23

Focalización en las carencias

 Es el molde o estrategia consistente, al evaluar lo que ocurre o lo alcanzado, en pensar más en lo que falta, en lo que no se tiene, en lo que se podría tener, en hacer comparaciones con otros, que en lo que realmente se posee, quedando asociado con la imantación  por lo imposible, con la focalización selectiva negativa, con la dubitación y con el desencanto.
M24

Atribución internalista del éxito

Es el molde o estrategia consistente en atribuir los éxitos a sí mismo, a las propias cualidades o forma de ser, por lo que predomina un talante autovalorativo y optimista.
M25

Atribución a las estrategias

Es el molde o estrategia consistente en atribuir los éxitos y, especialmente, los fracasos a sus estrategias o procedimientos utilizados, estando asociada esta  disposición con la búsqueda de  soluciones y con la valoración del propio esfuerzo.
M26

Atribución al temperamento o emotividad

Es el molde o estrategia consistente en atribuir los éxitos y los fracasos a su humor, temperamento o estado de ánimo, por lo que queda muy asociado con una disposición “impotente” de desmoralización y desencanto.
M27

Atribución a la falta de esfuerzo

Es el molde o estrategia consistente en atribuir los fracasos a su falta de esfuerzo o dedicación, quedando asociado con disposición a planificar mal las tareas y especialmente el tiempo.
M28

Justificación de los fallos

Es el molde o estrategia consistente en justificar  los fracasos con razones y argumentos diversos, o bien desplazar los sentimientos en otras situaciones.
M29

Atribución social del éxito

Es el molde o estrategia consistente en atribuir los éxitos a los demás, a otros que le benefician o le ayudan, pero también, el fracaso, aunque, en menor medida, se atribuye a los demás, dando muestras de gran dependencia social.
M30

Atribución mágica

 Es el molde o estrategia consistente en atribuir los éxitos o fracasos a fuerzas desconocidas, tal como destino, azar, suerte...


Con respecto a los factores de primer orden podemos observar como conviene potenciar por ejemplo: la autoconvicción volitiva, la automotivación proactiva, autovaloración, anticipación constructiva previsora, transformación rentabilizadora, control emocional anticipatorio, anticipación hipervalorativa de éxito, precisión y supervisión, encaje y encauce emocional, atribución internalista del éxito y atribución a las estrategias y por el contrario, debemos enseñar a cambiar los demás moldes que no son compatibles con una buena adaptación a las dificultades ni a lor retos.
En estudios empíricos se ha comprobado que los estudiantes que suspenden, frente a los que aprueban u obtienen buenas calificaciones presentan:
- Moldes mentales más negativistas: Centrándose en lo que no tienen (focalización en la carencia) y encontrando fallos o defectos en lo que juzgan (evaluación selectiva negativa)
- Moldes menos operativos: no buscando soluciones sino haciendo anticipación de esfuerzo y costo que tienen que afrontar.
- Moldes más evasivos: desconectándose de la realidad problemática, procurando no sentir (disociación emocional) y dándose argumentos para no actuar (autoconvicción inhibitoria)
- Moldes más reactantes: mostrando falta de encaje emocional con lo que  o toleran la frustración desplazando el malestar y prolongando así la insatisfacción.
- Moldes de atribución externa de éxito o de fracaso sospechando de las malas intenciones de los demás (hostiligencia) y estando dependiendo de otras personas (dependencia social)
- Moldes de impulsividad y de implicación vital con los que les falta reflexión.
- Mayor empobrecimiento de los moldes optimizadores careciendo de habilidad para prever constructivamente todo lo que puede ocurrir (anticipación constructiva previsora) y capacidad para darse argumentos para actuar (autoconvicción volitiva)

¿Sois capaces de reconocer estos moldes mentales en vosotros mismos?

sábado, 9 de junio de 2012

Television Educativa

El otro día en la final de Gran Hermano, había un apartado antes de escuchar la elección del público, en el que el programa le enseña a los 4 finalistas un vídeo de 1 o 2 minutos aproximadamente. En éste, se les ametralla con información significativa  en imágenes sobre todo lo que ha ocurrido en el país durante su estancia en el programa: Asuntos varios de economía como los recortes en sanidad y educación, los ganadores de Liga y de Copa en deportes, el accidente de Froilan con la escopeta y otros asuntos más. Cuando acaba y apagan el televisor uno de los finalistas dice sobresaltado:"Belén Esteban se ha divorciado?"
Me quedé preocupada...no se bien si porque de toda la información que les dieron solo se quedaran con eso, o  porque incluyeran en el vídeo el divorcio de Belén Esteban como algo importante para señalar.
Los jóvenes de ahora son una generación que vive muy apegada a la televisión, Internet y los videojuegos y es por ello que la televisión debería utilizarse en favor de ésto y aprovechar el alcance que tiene con fines más educativos. Tenemos que tener en cuenta algunos de los aspectos negativos de la televisión en niños menores como son:
 -  El contenido inadecuado de algunos programas aunque sean considerados "infantiles", que muestran         asiduamente comportamientos agresivos, discriminatorios o integran palabrotas en su vocabulario. Los    niños, sobre todo los más pequeños, son imitadores natos y es necesario que les demos unos buenos ejemplos a los que imitar.
- El papel pasivo que el niño tiene ante el televisor, como mero receptor sin posibilidad de comunicarse.
- El tiempo excesivo que los jóvenes suelen dedicar, quitando posibilidades a otras actividades más         experimentales o de mayor movimiento.
- La soledad que suele implicar ver la televisión. Muchas familias suelen utilizarla como un "canguro", ya que los niños sentados delante del televisor están tranquilos y no molestan.
Por asuntos como este, me gustaría acercaros un documento  elaborado por FEDEPADRE, asociación que agrupa a padres y madres de Chile y tiene como objetivo orientar a las familias sobre la mejor forma de dar un uso constructivo de la televisión en el hogar:

          27 Consejos para ver la telvisión en familia
  1. Los hijos deben ser enseñados por sus padres, tanto a ver espacios televisivos gratificantes y enriquecedores, como a no ver aquellos que le puedan degradar en su dignidad humana. Si los padres no enseñamos a ver televisión a nuestros hijos, ¿quien lo hará?
  2. Tenemos que enseñar a los hijos a que no hay que “ver televisión”, sino que hay que ver programas de televisión. Así podremos desarrollar la capacidad de selección y discriminación, que nos habilitará para ver aquello que nos conviene y no mirar aquello que no nos convienen ver. Debemos preguntar a nuestros hijos ¿Qué quieren ver?, mas que ¿Quiere ver televisión?.
  3. Para crear un criterio de selección al momento de ver televisión, debemos evitar tener prendida la televisión, cuando no hay nadie viendo un programa determinado.
  4. Un buen modo de afirmar las ideas anteriores, es no tener a mano el control remoto. El “zapping”, o la costumbre de cambiar permanentemente de canal de televisión, dado que esto es contrario al criterio de selección que debemos desarrollar en nuestros hijos para ver la televisión.
  5. Nuestros hijos no deben tener un aparato de televisión en su pieza. Esta costumbre incentiva el aislamiento, provoca una adicción a la televisión y es contrario a la vida de familia. Debemos tener presente que una adicción desordenada a la televisión impide el juego de nuestros hijos, su creatividad y la convivencia familiar.
  6. Es conveniente tener un horario preestablecido para ver programas de televisión. Como todas las cosas, la televisión tiene “su lugar” en vida familiar, junto a otras actividades.
  7. No use la televisión como una "niñera electrónica", dado que ella no cuida verdaderamente a nuestros hijos, especialmente si los dejamos ver "lo que están dando". Cuando ambos padres trabajan, este criterio es especialmente importante.
  8. La capacidad de imitación que tiene el niño debe ser orientada hacia el conocimiento de personajes reales y ejemplares (Por ejemplo deportistas, héroes de nuestra historia, poetas destacados), y no hacia "héroes imaginarios", "mounstros", "personajes bisexuados" e inexistentes.
  9. Echarle la culpa a la televisión es la salida fácil. Los padres no debemos abdicar en la lucha por que en la casa se vea buena televisión, teniendo siempre presente que nos corresponde a nosotros el deber y la responsabilidad formativa de nuestros hijos.
  10. Si puede, es muy conveniente que los padres acompañen a sus hijos a ver televisión. De esta forma podremos conocer directamente los efectos que los programas que ven les producen en nuestros hijos.
  11. No todos los programas dan lo mismo. Debemos preferir que en lo posible nuestros hijos vean aquellos espacios que tengan que ver con el desarrollo de valores, amor a la naturaleza, ocupación positiva del tiempo de ocio y cultivo de la cultura, a aquellos programas insustanciales o superficiales.
  12. No es conveniente que el niño vea el programa que se le antoje, tanto con la complicidad de sus padres como a escondidas de éstos. No conviene dar por sentado que todos los programas llamados “infantiles” tienen un contenido adecuado. Los padres debemos orientar a nuestros hijos en este sentido, lo que nos obliga a informarnos adecuadamente al respecto.
  13. Los padres debemos informarnos del contenido de los programas de televisión. Cualquier espacio que incluya erotismo, sexualidad, violencia, maldad, permisividad, delincuencia, racismo, etc..., no es apto para niños. Y los padres deben saberlo, y evitar que sus hijos los vean. Para lograr esto, se pueden consultar las guías de calificación de la programación de la televisión que se publican a instancias del Ministerio de Educación, del Consejo Nacional de la Televisión, y en revistas como Hacer Familia.
  14. Hay que tener presente que los hijos deben aprender los valores morales antes que nada en el ámbito de la familia, y en la convivencia con las demás, y no en los personajes y acciones de la televisión.
  15. Los padres de familia deben esforzarse por buscar alternativas a la televisión: deporte, visitas a museos y parques naturales, sesiones de teatro, proyección de videos, fomento de conversaciones familiares, y prácticas de acciones solidarias a favor de los demás.
  16. La "cultura de la imagen" debe llegar a los niños por medios que no sea exclusivamente la televisión, es decir, por fotografías, exposiciones, mapas y lectura.
  17. Inevitablemente, y no obstante nuestros esfuerzos, habrá contenidos televisivos contrarios a los valores familiares. Es por ello que los padres debemos fomentar que los programas sean analizados y conversados en reuniones de familia, por ejemplo en las comidas. Esto no solo enriquece la comunicación familiar, sino que es una muy buena manera de dar un apoyo concreto a la educación de nuestros hijos, evitando que arraiguen malos contenidos televisivos en ellos.
  18. Las familias, de a poco, pueden crear una videoteca con películas y documentales de interés para los niños.
  19. Los comerciales pueden ser tan peligrosos como los malos programas de televisión. Los padres debemos estar muy atentos para que la televisión no convierta a nuestros hijos en personas superficiales o consumidoras de todo lo que se anuncia. Nunca hay que hacer caso de la publicidad de jugos que inciten a la violencia, a la discriminación, y al racismo.
  20. Ver o no ver televisión no debe convertirse para los niños en un premio o castigo.
  21. Los padres de familia, deben iniciar a sus hijos, según su edad y desarrollo, en una positiva y prudente educación sexual, que evite que una imagen distorsionada de la mujer y del sexo les sea trasmitida, poco a poco, por medio de la televisión.
  22. Los padres de familia debemos luchar para que cualquier espacio de televisión infantil, estructurado sin ética, sin respeto a los valores y a los derechos de los niños, sea tipificado como un delito por la legislación nacional. La mala televisión infantil, o “programación basura” tiene su origen en el menosprecio a la dignidad del niño como persona.
  23. No debemos dejar que nuestros hijos vean televisión basura. Si estos programas de televisión son vistos por nuestros hijos, confundirán la realidad con la ficción, se desorientarán y equivocarán al comprender y valorar el sentido de la vida, e irán deformando su propia conciencia. Transigir con la mala calidad de aquellos programas de televisión inadecuados para los niños, dejándolos que los vean, equivale a transigir y hacerse cómplice de lo que distorsiona los valores y los derechos de la infancia.
  24. Los padres de familia debemos organizarnos para exigir una televisión, en horarios infantiles. Las actitudes groseras, los hábitos y comportamientos antisociales, las obscenidades del lenguaje, la pérdida del sentido de la autoridad, la vulgaridad y la frivolidad, la apología subliminal o directa de conductas reprochables, y cualquier menosprecio a la vida humana, deben ser erradicados, especialmente de los espacios que tengan a los niños como destinatarios.
  25. Ante una programación infantil con baja, discutible y reprobable calidad, los padres de familia están legitimados para poner en marcha una crítica constructiva. Asimismo, debemos incentivar una buena televisión, resaltando sus buenos programas.
  26. Los padres de familia y educadores deben hacer comprender a los niños que la televisión no es imprescindible ni el único medio par llenar su tiempo libre.
  27. El ejemplo resulta una terapia eficaz. Si los padres ven mucha televisión, o televisión de mala calidad, ¡con qué criterio van a evitar que sus hijos vean aquellos programas negativos para ellos!